Pues sí, porque hay veces que nuestro lado procrastinador nos supera, se apodera de nosotros, desplegando todo su poder para frenarnos en decisiones y acciones.

¿Cuánto tiempo llevas pensando en apuntarte a ese curso de cocina? ¿O el bautismo de submarinismo que postergas un verano tras otro? Por no hablar de mañana voy al gym que hoy tengo muchas cosas que hacer.

Os preguntaréis qué tiene todo esto que ver con el blog que nos ocupa, pues blanco y en botella: Del curso que viene no pasa que me apunte a inglés.

Mmm… ¿te identificas con esto? Pues sí es así ¡frénalo! Ponle solución y no dejes que nada te impida aprender un nuevo idioma, que te abrirá muchas puertas y te enriquecerá personal y profesionalmente.

Si aún no lo tienes claro, empieza por buscar los métodos que mejor se adaptan a tus necesidades de aprendizaje y hazte un listado con las academias que lo imparten. A partir de aquí la decisión es tuya y solo tuya. Acércate, conócelos, que te informen de sus programas, profesores, sistema, exámenes, actividades, horarios… y todas aquellas variables que para ti son importantes a la hora de decantarte por una u otra escuela y septiembre es un gran momento para empezar.

Es fundamental trabajar el poder de decisión que tenemos sobre nosotros mismos. Y es que, muy a nuestro pesar, en muchas ocasiones somos nosotros los que nos boicoteamos con no tengo tiempo para ir a clase, dónde voy a estas alturas a aprender inglés o un simple pufff qué pereza.

Aprender inglés, te reportará infinidad de ventajas en tu día a día y te permitirá expandirte en mucho de tus ámbitos diarios: trabajo, viajes, vida social, formación, etc.

No pierdas la oportunidad de animarte ahora de cara al próximo curso, porque el verano es tiempo de pensar en nuevas oportunidades, retos y novedades que hacen mucho más apetecible la vuelta de las vacaciones.

Desde Ms&Mr Language te invitamos a hacerlo y para ponértelo muy fácil, simplemente tienes que ver cuál de nuestros cursos se justa mejor a lo que estás buscando, confirmar tu nivel en nuestra web y venirte con nosotros para aprender disfrutando.

¿A qué esperas? No lo dejes para mañana si puedes hacerlo hoy.

¡Te esperamos en septiembre!

Que levante la mano quien haya tenido que renunciar a un puesto de trabajo por no alcanzar el nivel de inglés requerido, o quien se haya quedado fuera de un proceso de selección porque otro candidato hablaba y escribía en un inglés más fluido que el tuyo.

Si en este momento tu dedo índice apunta al techo, lo sentimos, has sufrido una de las causas más frecuentes para no optar a un puesto de trabajo: contar con un buen nivel de inglés.

Y es que actualmente es uno de los requisitos más demandados a la hora de acceder a ciertos puestos de trabajo, aquellos en los que ser bilingüe no es solo un plus, sino una condición sine qua non para entrar a formar parte de ciertas empresas.

Una cualidad que antiguamente se podía asociar a cargos de alta dirección o a empresas multinacionales, pero que actualmente cada vez es más habitual en todo tipo de perfiles laborales.

¿Por qué? Por múltiples razones que las empresas buscan en el momento de configurar sus equipos. Y es que el inglés es el idioma universal, el que nos abre muchas puertas y que, profesionalmente, se hace cada vez más imprescindible.

Si dominar un idioma nos abre infinitas puertas en el ámbito personal, lo hace mucho más a nivel profesional y si no, piensa en esos amigos, conocidos o familiares que hablan inglés a la perfección… ¿a que tienen bastantes mejores puestos de trabajo que los que no? 

Os mostramos algunas de las principales razones por las que desde Ms&Mr Language os animamos a aprender inglés para blindar vuestro futuro profesional:

• Mayor número de oportunidades profesionales: ante varios candidatos con una misma formación académica y experiencia profesional, la empresa siempre va a seleccionar al que tenga un mejor nivel de inglés.
• Más ingresos: a mayor cualificación, más remuneración.
• Acceso a puestos de dirección: hoy en día es muy difícil, por no decir imposible, optar a un cargo directivo si no hablas inglés.
• Más probabilidad de promoción: hablar un segundo idioma nos brinda la posibilidad de crecer dentro de la empresa.
• Relaciones externas: cada vez son más las empresas que operan más allá de nuestras fronteras, lo que hace imprescindible formar equipos multidisciplinares donde el conocimiento del inglés es garantía de éxito para negociar o controlar el desarrollo de la actividad en otros países.
• Proyección internacional: si eres de los que sueñas en trabajar en Silicon Valley, ya sabes, sin un buen dominio del inglés será misión imposible.

Como ves las ventajas son infinitas y te evitará muchas frustraciones a la hora de enfocar tu carrera y por supuesto será un gran plus para crecer y desarrollarte profesionalmente, sin duda uno de los más demandados hoy en día.

Recuerda, no renuncies a tus sueños por no hablar inglés. Que nada te corte las alas para volar lo más alto en el mercado laboral.

Esto sí que supone un gran reto. Inmersión lingüística en los tiempos que vivimos. Pero os aseguro que nada es imposible y a pesar de lo que pueda parecer existen fórmulas para hacerlo, sin necesidad de mandar a nuestros hijos a la campiña inglesa.

Evidentemente es lo más recomendable porque es la manera más efectiva de impulsar el aprendizaje más puro de un idioma, a través de su gente, su cultura, sus costumbres y una cotidianidad sin la que resulta complicado alcanzar el 100% de autenticidad. Pero lo dicho, hoy en día los recursos son infinitos y las barreras totalmente superables. 

Más allá de las alternativas de inmersión lingüística, en esta ocasión vamos a identificar las principales ventajas de esta modalidad de aprendizaje para los más pequeños de la casa:

1. Rapidez de aprendizaje: todos sabemos la capacidad de absorción que tienen los niños para aprender. En el caso del idioma, el sistema inmersivo resulta tremendamente efectivo.

2. Conocimiento integral del idioma: el proceso de inmersión traslada a los niños a otra esfera, que traspasa lo puramente académico. De esta manera, disfrutarán de una experiencia que los llevará a asimilar la nueva lengua en todas sus esferas.

3. Mejora de la pronunciación: la escucha activa continua de un idioma hablado por nativos, reforzará la pronunciación de los niños, modelando la forma de hablar de una nueva lengua desde edades tempranas, lo que les ayudará en su fase adulta.

4. Mayor vocabulario: el hecho de hablar y escuchar las 24 horas un idioma diferente al nuestro, aumenta el vocabulario con palabras y expresiones procedentes de la manera de hablar original.

5. Pensarán en el nuevo idioma: y no solo pensar, también soñar. Lo que les impulsará a interiorizar la le lengua que están aprendiendo en todas sus dimensiones, evitando traducir todo y hablándolo y entendiéndolo de manera mucho más fluida y natural.

6. Bilingüismo: sin duda, la intensidad de la inmersión lingüística es el camino más eficaz para aprender a la perfección una lengua no materna.

7. Superar miedos: el tener que comunicarse en otro idioma ayuda a vencer timideces y reparos a la hora de desenvolverse en el día a día.

8. Desarrollo personal: si todos tenemos amigos de esos que decimos se nota que “está viajado”, en los niños esta percepción es mucho mayor. Los que tienen la oportunidad y el privilegio de este tipo de vivencias, despliegan unas capacidades personales y sociales que les servirán de gran ayuda a lo largo de su vida.

9. Enriquecimiento cultural: una experiencia de este tipo supone además el privilegio de conocer otro tipo de idiosincrasia diferente a la nuestra, con todo lo que esto conlleva (historia, arquitectura, naturaleza, gastronomía) nutriendo ampliamente la faceta cultural de los niños.

10. Diversión garantizada: los programas de inmersión lingüística para niños están diseñados para que, además de aprender, disfruten de una experiencia única que les divierta al mismo tiempo que se relacionan con niños de diferentes países, forjando un nuevo vínculo social, ampliando su círculo habitual, algo que les abrirá muchas puertas en el futuro.

Empezábamos hablando de las dificultades que existen actualmente para realizar este tipo de programas. Por eso desde Ms&Mr Language hemos puesto en marcha nuestro Summer Camp una nueva iniciativa para este verano, para que nuestros alumnos “más bajitos” no pierdan la oportunidad de explorar el mundo sin necesidad de coger un avión.

¡No dejes de viajar!

No sé si a vosotros os ocurre lo mismo, pero desde que tengo uso de razón, para que un profesor tenga éxito en su labor conmigo, para mí es condición sine qua non sentir un punto de admiración hacia la persona que me está enseñando. Y me pasa desde siempre, independientemente de mi edad… en la guardería, en el colegio, en la universidad y ahora, aún en plena madurez, también tengo esa necesidad.

Este año me acabo de embarcar en un nuevo reto formativo en el que he implicado a toda la familia, pareja e hijos: aprender inglés. 

Indudablemente cada uno tenemos un nivel y unas necesidades, con lo que el proceso de aprendizaje no es el mismo para todos. Los peques de la casa están entre los 4 y los 12 años y los mayores, ya peinamos canas, pero para mí sigue siendo fundamental la figura del docente y en este caso hay unos requisitos que debe cumplir y que no he pasado por alto a la hora de elegir la academia de idiomas:

Que sea bilingüe: parece de Perogrullo, pero es básico que, si el profesor no es nativo, conozca a la perfección el idioma en su máxima expresión (gramática, pronunciación, vocabulario…).

Conocimientos docentes: aunque en muchos casos los profesores imparten las técnicas desarrolladas por las propias academias, es importante que esté preparado para dar clases, es decir, que sepa enseñar idiomas de una manera eficaz para los alumnos.

Capacidad creativa: a veces aprender un nuevo idioma no es el plan más divertido del mundo, por eso es importante que los profesionales que se dedican a tal fin, tengan la facultad para hacerlo de la manera más entretenida posible.

Conexión con los alumnos: no todos tenemos la misma facilidad para estudiar un idioma y el profesor tiene que ser consciente de esto y detectar los puntos fuertes y débiles de cada uno de sus alumnos a la hora de asimilar una nueva lengua. La empatía es clave.

Saber escuchar: si esta es una cualidad que todos deberíamos desarrollar a diario, un profesor de inglés aún más. En él está la capacidad de reorientar a sus alumnos a la hora corregir la pronunciación, pero no solo eso, debe ser una escucha mucho más allá de la auditiva, para descubrir en qué otros puntos flaquean sus alumnos y reforzarles. No es fácil expresarse en público y menos en una lengua que no es la materna.

Paciencia, mucha paciencia: con los mayores y los pequeños. Es importantísimo sentirse cómodo en una clase de inglés y para ello la actitud del profesor es primordial. Algunos aprendemos inglés por hobby, otros por necesidad y muchos por obligación, por eso el profesor debe estar predispuesto a atender a todos sus alumnos con la dedicación que cada uno necesita.

Después de mucho buscar, preguntar, indagar y pelearme con toda la familia (unos estaban encantados con la idea y otros no tanto), hemos empezado nuestras clases de inglés en Ms&Mr Language. Cada uno de nosotros ha escogido sus clases en función de sus necesidades lingüísticas y en el horario que mejor se adapta a nuestro día a día, pero con la plena seguridad de hacerlo con un método muy efectivo, impartido por un equipo de profesores plenamente preparado y comprometido con su misión.

El otro día en una conversación con mi abuelo, que acaba de cumplir 78 años, me contó que para afrontar las interminables horas sin salir ni relacionarse durante los últimos meses, ha empezado a disfrutar de distintas actividades que le permiten mantenerse activo intelectualmente y con la mente ocupada.

Me pareció admirable que una persona con su edad aún tenga inquietudes y esa curiosidad para descubrir nuevas disciplinas que, por la razón que sea, en sus años más jóvenes no habían despertado su interés.

Entre otras actividades, mi abuelo me dijo que había empezado a estudiar inglés desde cero. Sí, sí, inglés. En su época, el idioma que más se estudiaba era el francés, pero ahora había decidido focalizar su capacidad de aprendizaje en el inglés, una lengua que siempre le había llamado la atención, pero que no había tenido la oportunidad de aprender.

Y es que siempre nos han dicho que los niños son como esponjas a la hora de aprender idiomas, que absorben la información y el oído es mucho más sensible para asimilar sonidos y acentos, además de su habilidad para imitar la fonética y la pronunciación.

Y es que desde que nacemos llegamos a este mundo reproduciendo los sonidos que escuchamos en el vientre materno y nuestros primeros años de vida son determinantes para desarrollar nuestro idioma materno en base al instinto de comunicarnos. Algo que se extrapola en el aprendizaje de un nuevo idioma en edades tempranas, se asimila más como un juego que como el esfuerzo que puede suponer para un adulto.

No vamos a obviar que cuanto antes empecemos a aprender un nuevo idioma mucho mejor. Sin embargo, el reto de aprender en la madurez también tiene muchas ventajas. 

De “mayores” podemos identificar más fácilmente qué metodología se ajusta mejor a nuestro perfil. Además, a estas edades probablemente lo haremos con un claro objetivo y la motivación será probablemente mayor. 

En el caso de mi abuelo, pienso que va a potenciar considerablemente su desarrollo intelectual, al mismo tiempo que hace trabajar la memoria, aumentando su capacidad para retener conocimientos, activando sus neuronas y frenando su envejecimiento.

Me parece muy inteligente por su parte emprender esta nueva aventura para él, que estoy seguro va a reforzar la confianza en sí mismo y le va a ayudar a mejorar su vida social y por qué no, también las ganas de viajar al extranjero para practicar el nuevo idioma y conocer de primera mano la cultura de los países de habla inglesa.  

Todo esto me lleva a confirmar aquello de nunca es tarde si la dicha es buena. En Ms&Mr Language lo tenemos claro y hemos desarrollado un completo programa formativo para que la edad y el nivel del idioma no supongan una barrera en el aprendizaje de una segunda, tercera o cuarta lengua, con cursos para niños y clases de idiomas para adultos.